¿Por qué es tan difícil elegir un sofá?
Por la sencilla razón de que es una tarea muy compleja y como la mayoría de los sofás son grandes, los errores no pasan desapercibidos.
¿Cómo hacer entonces para elegir un sofá que quede bien, que sea cómodo, fácil de mantener, que dure muchos años y que tenga un precio razonable?
ESPACIO Y TAMAÑO
Antes de comenzar, es importante tomar las medidas del ambiente: medir el largo y el ancho.
Con esos datos te proponemos que te animes a dibujar un planito. También es importante que incluyas algunos datos adicionales en este dibujo: puertas, ventanas, muebles existentes, circulación, televisor, biblioteca, chimenea, etc.
LA DISTRIBUCIÓN DE LOS MUEBLES
Te sugerimos visualizar primero el conjunto y de a poco concentrate en el sofá: el error más común es pensar sólo en el sofá y olvidar el resto.
Elijo una ubicación posible: contra la pared, en el medio del ambiente, frente al hogar o a un paisaje.
• ¿Se puede circular con fluidez?
• ¿Hay espacio para el resto de los muebles?
• ¿Voy a poder ver televisión confortablemente?
• ¿La escena que imaginé se va a poder vivir?
• ¿Hay espacio para el resto de los muebles?
• ¿Voy a poder ver televisión confortablemente?
• ¿La escena que imaginé se va a poder vivir?
Una buena distribución optimiza el espacio. A veces es preferible elegir un sofá más chico del que pensabamos, y complementarlo con otros muebles.
Usá los puffs para agregar más asientos y dar acentos de color.
Conviene que el sofá esté apoyado contra la pared, enfrentando al televisor.
Complementá el sofá con silloncitos más livianos, formando una ronda.